miércoles, julio 19, 2006

¿Tradición sin sentido?

Esta semana me preguntaba que escribir en esta columna, escuchando varias ideas de personas cercanas, elegí una, la cual fue proporcionada por una profesora a quien estimo mucho la señora Pilar Contreras, quien con un tono bastante jovial me indica, “oiga profe ¿Por qué no habla sobre lo tradicionalista que somos los chilenos para las comidas?”. Y siendo franco no lo pensé mucho y comencé a redactar lo que sería esta nueva columna.
Partamos por lo siguiente, es demasiado chistoso pensar en las tradiciones que tenemos los chilenos sobre nuestras comidas, y como se ven influenciadas por fechas específicas.
Un ejemplo de esto es la locura que se desarrolla en Semana Santa por el consumo de mariscos-respetando las creencias de cada uno por supuesto-, lo cual, a mi juicio, no tiene ni pies ni cabeza, ¿Por qué? dirán ustedes. Primero los marisco se pueden consumir durante todo el año a un precio bastante razonable y justo en esta fecha es cuando la demanda se eleva y los precios se disparan por el cielo, y segundo, por esa absurda necesidad que tenemos de creer, que al no consumir carne en esta fecha, la podemos reemplazar por marisco y pescados, eso queridos lectores, ya esta pasado de moda, a mi juicio existen muchas más alternativas, como un exquisito plato de legumbres, pastas con salsas de queso, ensaladas, gratines de verduras etc. O, ¿no?
Otra situación que se da es lo que pasa con las empanadas. Aun hay personas que solo las consumen en nuestro mes patrio, cuando también, su precio es elevado y muchas veces por producir cantidad su calidad baja y no siendo tan sabrosas como durante el resto del año.
Es una lata ver como se han perdido costumbres, quien no recuerda los antiguos domingos en donde el Papá llegaba con las empanaditas calentitas de pino y para los más mañosos esas de queso y hoja, lo cual rara vez, se ve hoy en día.
¿Por que somos tan tradicionalistas? Si es más sabroso degustar un pan de pascua en invierno que en verano por su valor calórico. ¿Quien fue, el de la brillante idea de consumirlo en verano?, por favor que idiotez, si es tan pesado para las altas temperaturas de verano, o el cola de mono, ponche de invierno consumido en época estival. Me llega a dar risa ese concepto aun erróneo de que el pavo es una carne elitista y cara, ideal para navidad y año nuevo, siendo que en la actualidad es una de las carnes más baratas del mercado.

Bueno, así podría seguir mencionando más ejemplos, pero prefiero dejarlos reflexionar, y darse cuenta, cuan tradicionalista son con sus comidas, y cuantas de ellas las puedan disfrutar durante todo el año y no esperar largos meses para degustarlas.

Publicado el 7 de julio del 2006

Revista C

Diario El OBservador de Viña Del Mar

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